sábado, 22 de noviembre de 2014

El papel de la reflexión

Este es uno de los aspectos que más se ven potenciados con el uso del portafolio en general y del portafolio docente en particular. Creo que la reflexión debe estar presente en todos los apartados que lo conforman y no crear un apartado único para ella. El argumento principal con que justifico esto es que el tipo de reflexión aportado va a ser diferente en cada caso. Por ejemplo, si yo incluyo en mi portafolio un dossier que he creado para ayudar a los alumnos a navegar por Internet, sería interesante incluir un comentario sobre las dificultades encontradas en su realización y también una serie de pros y contras en su puesta en práctica, así como posibilidades de mejora. Pero si lo que incluyo es un certificado de haber realizado un curso de innovación docente, entonces la valoración deberá referirse a mi aprovechamiento del curso, la calidad que a mi juicio presentó el profesorado, etc. Aunque sea muy brevemente, todas las evidencias, o al menos todos los tipos de evidencia, deben ser comentados, indicando, además, cuál ha sido el proceso que nos ha hecho elegirlas para ser mostradas. Otra cosa distinta es que el portafolio incluya reflexión sobre la prática docente en general y, en cierto modo, lo que llamamos "filosofía docente" del autor. Evidentemente, eso debería tener un apartado propio y esos pensamientos constituyen por sí mismos evidencias para mostrar.
Ahora bien, a la hora de evaluar el portafolio docente, en relación con la competencia reflexiva, no es necesario evaluar por separado cada uno de los comentarios que se hagan en él. Quizás, como mucho, yo dividiría entre "reflexión sobre las evidencias mostradas" y "reflexión sobre la práctica docente". Pero la capacidad reflexiva se muestra en todo el portafolio y los criterios para valorarlas deben ser semejantes a los que nos muestra la rúbrica sobre reflexión que nos ofrecen en el curso, aunque yo la modificaría y tendría en cuenta los siguientes criterios (lo enuncio de forma óptima, y, a partir de ahí, se podría hacer una escala para una rúbrica):
  • Criterios generales para valorar la actividad reflexiva:
    • El autor expresa con claridad sus ideas.
    • El autor incluye experiencias personales para apoyar sus opiniones.
    • El autor argumenta con solidez.
    • El autor manifiesta afán de superación y capacidad de autocrítica.
    • El autor está abierto al diálogo.
  • Criterios específicos de reflexión sobre la actividad docente:
    • El autor analiza todos los aspectos implicados en la actividad docente, y no se centra solo en la visión del profesor.
    • El autor incluye cuestiones metodológicas relacionadas con tiempos, espacios y materiales.
    • El autor incluye aspectos de atención a la diversidad.
    • El autor incluye un análisis DAFO o similar sobre sus posibilidades como docente.
  • Criterios específicos de reflexión sobre las evidencias mostradas:
    • El autor justifica la elección de las evidencias.
    • El autor elige evidencias acordes con la intención del portafolio.
    • El autor compara evidencias del mismo tipo y reconoce las virtudes y defectos de cada una de ellas.
No incluiría en esta valoración un aspecto considerado en la rúbrica modelo que es el relativo a la organización del portafolio, su actualización y el acceso a su información, pues entiendo que esto no es muestra específica de la capacidad reflexiva del autor. Aunque, en realidad, el portafolio es en sí mismo una muestra de reflexión sobre la propia práctica. En este sentido amplio, todos los aspectos del portafolio serían evaluables para dar cuenta de la capacidad de reflexión de su autor. Pero aquí se ha entendido esta capacidad de un modo más restrictivo y específico.

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